la Abadía y la Iglesia

Un conjunto arquitectónico único, con bóvedas, arcos y detalles que te transportan siglos atrás.

La iglesia de la abadía se compone de tres naves separadas por pilares de sillería. Estas naves se unen en un crucero poco destacado. Las columnas se coronan con un ábaco modulado que sustituye al capitel, del cual arrancan cuatro grandes arcos formeros de granito dispuestos en estilo soga y tizón.

El arco toral, con dos sencillas arquivoltas, da paso a un presbiterio cubierto por una bóveda de cañón de ladrillo irregular, encalada desde el siglo XIX. Se data esta bóveda en el siglo XIV. En la iglesia se conservan dos puertas románicas originales, siendo la más destacada la occidental, con cuatro arquivoltas de granito.

En el siglo XVI se tapió esta entrada para abrir otra al norte, y el espacio fue ocupado por el coro.